- Jose: Lo siento tío, no puedo hacer nada... adiós.
- Sergio: ¡Oye!, ¡Jose!, ¿¡Sigues ahí!?.
Sergio cogío rápido en skate y se fué directamente a casa de Jose pero... fue demasiado tarde.
Vió de lejos a Jose como se montaba en el coche con las maletas... Sergio corrió lo mas rapido posible... pero no llego a tiempo.
Jose... se fué y dejó la casa vacía. Se asomó por la ventana y vió donde hacían los deberes y se puso triste, cogió su skate y se fué para su casa, al siguiente día, en las clases, volvió a verse solo, en el recreo y en el cambio de hora. Sergio no aguantaba más y lloró nada más llegar a su casa, su madre le preguntó, que que le pasaba. Y Sergio no dijo nada, solo se levantó y vió una carta sobre su escritorio que no ponía nada en el sobre, solo ponía el nombre de Sergio y la dirección. Lo habrió y vio una carta dentro que ponía. Mañana sábado a las 19:00 en la puerta del instituto.
Sergio confundido no sabía si ir o no. pero como dicen... la curiosidad te gana.
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